¡Bienvenidos una vez más al blog! En primer lugar nos disculpamos por no haber traído la reseña la semana pasada como habíamos previsto, pero el tiempo y algunos problemas de salud se nos echaron encima, así que no tuvimos mas remedio que atrasarla.
Hoy vamos a hablar de Avatar: La Leyenda de Aang, una serie de animación de hace quince años y que fascinó a todos los niños que la vieron en su día, éxito que provocó que tuviera una adaptación a película (de la que tal vez hablemos más adelante) y un remake que Netflix está haciendo ahora. La podéis encontrar en Netflix (al menos, en España) para verla de nuevo o por primera vez si no lo habéis hecho. En nuestro caso no era la primera vez que la veíamos, pero nos ha gustado tanto o más que antes.
Título original: Avatar: The Last Airebender
País: Estados Unidos
Año: 2003-2008
Dirección: Michael Dante DiMartino, Bryan Konietzko, Lauren MacMullan, Dave Filoni, Giancarlo Volpe, Ethan Spaulding, Joaquim Dos Santos
Producción: Michael Dante DiMartino, Bryan Konietzko, Aaron Ehasz
Productora(s): Nickelodeon Animation Studio
Sinopsis:
Agua. Tierra. Fuego. Aire.
Hace mucho tiempo las cuatro naciones vivían juntas en armonía, pero todo eso acabó cuando la Nación del Fuego atacó. Solo el Avatar, maestro de los cuatro elementos podía detenerlos, pero cuando el mundo más lo necesitaba, desapareció. Han pasado cien años y Katara y Sokka, dos miembros de la Tribu del Agua del Sur, han descubierto al nuevo Avatar en el maestro del aire Aang. Y aunque domina el control del aire tiene mucho que aprender antes de salvar a nadie.
Reseña
Creada por Michael Dante DiMartino y Bryan Konietzko, Avatar: La Leyenda de Aang nos sitúa en un mundo inspirado en diferentes culturas asiáticas en el que hay cuatro naciones. Cada una de ellas está relacionada con un elemento y en las que nacen personas con la habilidad de controlar dicho elemento. La única persona capaz de controlar los cuatro elementos se denomina Avatar, que va renaciendo cada vez que muere cual ave fénix en una nación diferente, siguiendo el siguiente ciclo: agua, tierra, fuego y aire.
Aang, nacido entre los Nómadas del Aire, es el nuevo Avatar, pero debido a una serie de problemas acaba desapareciendo en el momento en el que todos los necesitaban. De modo que Sozin, el Señor del Fuego (es decir, el gobernante de la Nación del Fuego), conquista el mundo y se lleva por delante a todos los Nómadas del Aire, de modo que estos terminan por desaparecer, siendo Aang el único que queda.
Cien años después, Katara y Sokka encuentran a Aang dentro de un iceberg en el Polo Sur, donde se ha pasado congelado todo ese siglo. Después de una serie cosas, Aang y Katara acaban activando, sin querer, una bengala de un barco de la Nación del Fuego encallado en el hielo, lo que llama la atención del príncipe Zuko, hijo del Señor del Fuego Ozai, quien busca al Avatar para poder recuperar su honor.
Aang, Katara y Sokka empezarán un viaje en busca de maestros que le enseñen a Aang a controlar los tres elementos que le quedan por aprender, con Zuko pisándole los talones.
Lo que más nos ha llamado la atención:
Una de las mejores cosas que hemos visto en la serie es el desarrollo y la evolución de los personajes, y nos referimos concretamente a Zuko, ya que es el que tiene diversos arcos en los que se cuestiona lo que está bien y lo que está mal, mostrando remordimientos y tomando diversas decisiones que le hacen ver que estaba equivocado. Nada de esto se podría considerar un spoiler aunque no hubiera pasado tanto tiempo desde que salió la serie, ya que es algo que en realidad se intuye desde el momento en el que lo vemos aparecer en pantalla, y es algo que precisamente convierte a Zuko en un personaje muy bien creado porque lo hace ver bastante humano.
Se ha de decir que probablemente dicho desarrollo no habría sido coherente sin la existencia de los personajes de Ozai y Iroh, que son quienes le crean las dudas que lleva al personaje a sacar sus propias conclusiones a través de sus experiencias e incluso llega a admitir cómo se miente a sí mismo.
Y como siempre, nos vemos en la obligación de mencionar una de las cosas tiene esta serie y qué más nos gusta ver en cualquier medio artístico: diversidad. No nos referimos únicamente a la diversidad racial, sino también de cuerpos, personalidades y edades. Por ejemplo: esta es una de las pocas series en las que hemos podido ver a personajes ancianos luchando (¡y vaya manera de pelear!), pero también hay personajes discapacitados que son canelita en rama. Incluso hay diversidad LGTB+, aunque más escondida y hay que tener ojo avizor, pero también entendemos que se debe mucho a la época en la que salió esta serie y que, probablemente, ahora hubieran sido mucho más explítitos a la hora de mostrarlo.
Sobre los personajes:
Aang es nuestro protagonista y el Avatar. Tiene doce años (en realidad, cientodoce, pero esos cien no deberíamos contarlos) y nació entre los Nómadas del Aire. Es un gran maestro del aire y como tal tiene a relajarse demasiado y a dejarse llevar. Le gusta mucho divertirse y reír, aunque es capaz de ponerse serio cuando es necesario. Siente mucha presión por su título de Avatar y tiene mucho miedo de no estar a la altura, ya que necesita aprender a controlar los elementos mucho más rápido que los Avatares anteriores o, de otro modo, no habrá forma de vencer a Ozai. Esto le causa muchos conflictos internos y a menudo se puede apreciar la ansiedad del personaje.De Katara lo más destacable es su dominio del agua. Nació en la Tribu del Agua del sur y fue criada por su abuela después de ver cómo su madre era asesinada por protegerla a ella y tener su misma habilidad. Es una chica optimista, con buen corazón, iniciativa y un gran sentido del deber. Quiere ayudar a todo el mundo y quiere ver lo bueno de cada persona, lo que la lleva a ponerse en peligro a sí misma. Cuando se enfada puede llegar a ser bastante mortífera.De Sokka se podría decir que es el payaso del grupo. Es el hermano mayor de Katara, no tiene poderes y asegura ser un guerrero formidable aunque él mismo sabe que no es así. Aunque es torpe y se pasa el día haciendo chistes y comentarios sarcásticos, es bastante desconfiado y demuestra tener muy buenas ideas y crear buenas estrategias, aunque no siempre salgan bien. Al principio de la serie es bastante machista, pero conforme avanza va aprendiendo que se equivocaba y su percepción sobre las mujeres cambia.La pareja estrella de la serie (no romántica, por supuesto) son Zuko y Iroh. Suelen ir juntos, lo que termina ayudando mucho a Zuko a encontrar el camino que él quiere recorrer, y no el que le marca nadie más. Zuko es bastante impulsivo, a diferencia de Iroh, que suele estar tranquilo y mantener la cabeza fría. La relación entre ambos es paterno-filial aunque no sean padre e hijo de sangre, sino tío y sobrino. Aunque Iroh no está de acuerdo con Zuko en buscar al Avatar, lo acompaña siempre y trata de señalarle los errores que comete, aunque Zuko no los acepte como tal.
Desde la segunda temporada:
Toph es, sin duda, uno de los personajes más poderosos de la serie. Apenas es una niña y es ciega, pero eso no le impide ser independiente, señalando en numerosas ocasiones lo capacitista que es suponer que una persona discapacitada no pueda arreglárselas sola (aunque necesite ayuda para algunas cosas, en su caso para, por ejemplo, escribir). Es una gran maestra de la tierra, llegando incluso al extremo de ser capaz de hacer cosas que otros maestros no pueden, y es, precisamente, porque su discapacidad la ha unido a la tierra, siendo el sonido uno de sus mejores aliados.Otro personaje esencial en la serie es Azula, la hermana pequeña de Zuko y un gran prodigio como maestra del fuego. Al igual que su padre y su tío Iroh, puede invocar rayos, y es, de hecho, una de las cosas que más usa en el combate, aunque suele tirar más de cansar a su adversario antes de atacar. A diferencia de su hermano, Azula es un personaje frío y malévolo que copia a su padre en absolutamente todo. Suele atacar con sus amigas Mai, quien en realidad suele rehuir el conflicto si se ve en desventaja, y Tai Li, una chica acróbata que es capaz de bloquear el qì de su oponente.
Nuestra opinión general:
Avatar: La Leyenda de Aang es una serie de fantasía y aventuras que nos muestra escenarios un poco diferentes a lo que estamos acostumbrados, y también, otro tipo de personajes, especialmente si hablamos de una serie infantil (y aun más si hablamos de principios de los 2000) y una evolución de personajes bastante llamativa. Tiene tanto momentos de tensión, drama o terror como de comedia y relax que nos ayudan a comprender mejor a los personajes y ver su desarrollo. Es una serie que nos sigue pareciendo muy buena pese a sus fallos y que recomendamos muchísimo independientemente de la edad que se tenga.
¡Nos vemos la semana que viene!
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